Workers & Resources: Soviet Republic

 

Los city-builder son uno de los géneros favoritos de los amantes de la estrategia. Pocos juegos de este estilo transmiten tan bien el progreso como una ciudad que crece con el tiempo y se vuelve cada vez más grande, con mejor infraestructura, más eficiente y rica.

Ya hemos hablado de Hooded Horse bastantes veces en Píldora para Frikis, o mejor dicho, ya he hablado muchas veces. Sinceramente, diría que es mi editor de juegos de estrategia emergente favorito (así no choca con Paradox).

Los juegos que nos trae Hooded Horse son juegos de estrategia indie, que, aprovechando su gran creatividad, ofrecen propuestas únicas con una estrategia elevada de alguna manera. Terra Invicta, por ejemplo, es una hermosa y eficaz mezcla de múltiples géneros, adaptados a su escenario de ataque alienígena: la estrategia de personajes de Crusader Kings, un sistema simple de guerra como en Risk, gestión de recursos y base-builder, sin olvidarse de las guerras navales espaciales.

Otro gran ejemplo es el popular Manor Lords, que crea un city-builder maravilloso basado en la Edad Media, con futuras actualizaciones que incluirán batallas al más puro estilo Total War.

Siguiendo esta línea, el 20 de julio se lanzó Workers and Resources: Soviet Republic, un city-builder desarrollado por 3Division, completamente dedicado a la creación no solo de ciudades, sino de repúblicas soviéticas enteras.

Compararlo con otros juegos es natural, y se le compara mucho con Cities Skylines. Sin embargo, más allá de la creación de ciudades, no son tan similares. Cities Skylines se basa enormemente, aunque suene curioso, en la creación de un sistema de carreteras adecuado. Siempre, los problemas de tu ciudad surgirán por el tráfico; servicios y bienes no podrán llegar a donde tienen que llegar, y ahí empezará la decadencia y la dificultad.

En Workers and Resources: Soviet Republic, sin embargo, no se otorga tanta profundidad al sistema de carreteras, aunque sí es un tema importante si pretendes que la ciudad sea eficiente. Este city-builder soviético se centra enormemente en la microgestión.

¿Qué es la microgestión? Si tenemos en cuenta que la gestión de la ciudad, o en este caso, una república entera, es macrogestión, imagina tener que gestionar cada edificio, cada ruta y transporte de recursos. ¡Hasta los camiones, trenes, barcos o aviones dedicados a esa tarea!

En Workers and Resources: Soviet Republic tenemos que gestionar una gran cantidad de recursos, que podemos producir o comprar a través de las fronteras, ya sea con camaradas soviéticos usando rublos, o con el bloque capitalista usando dólares.

El nivel de dificultad que puedes buscar en el juego es intenso:

Gestión realista de construcción, energía, agua, desechos, mantenimiento, estaciones, incendios, eventos globales, contaminación, educación, crimen, una simulación compleja del tráfico e investigación.

Todo tiene que ser micro manejado a través de vehículos tanto soviéticos como capitalistas, desde la década de los 60 hasta los 80, un verdadero museo para ver vehículos de época de cada bloque: camiones, coches, trenes, aviones y barcos especializados para cada tarea.

¡Y no debemos olvidarnos de algo imprescindible! Al menos para mí, la compatibilidad completa con mods a través de la Workshop de Steam, que permite personalizar edificios, vehículos, mapas… incluso podrías hacer una conversión completa de Star Wars, por ejemplo.

El juego está en buen estado, especialmente teniendo en cuenta que es un indie de estrategia, en un nicho de nichos. Alcanzó su pico de jugadores en su lanzamiento, y desde entonces mantiene una cantidad estable de jugadores, alrededor de la mitad. Las reseñas son mayormente positivas, un 88,94% de 18,982, una cantidad muy aceptable para este tipo de juego. La estimación del numero de compras más baja es de unos ~378K, de nuevo, cifras muy buenas para este tipo de juego.

En conclusión, en Píldora para Frikis, o al menos yo, estamos muy contentos del éxito de Workers & Resources: Soviet Republic, y felicitamos a 3Division por esta obra de arte de la estrategia indie. Un city-builder adaptable, tanto relajante como desafiante, al que volveré de vez en cuando para crear una ciudad soviética. Y también, agradecer a Hooded Horse por otro juego de estrategia único.

Autor

Por Joel

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