El comienzo de un nuevo principio | Reseña de Wolfenstein II: The New Colossus
Y si esta noche miráis vuestras manos y están manchadas con la sangre de nuestros opresores,
sois de los nuestros…
Hola frikazos, ¿me echabáis de menos? ¿no? Bueno, por una vez que decido escribir en la página que pago, me tendréis que aguantar 😀
Como dije en el podcast de Píldora (*cof cof* en este enlace *cof cof*) estaba pensando en crear un vídeo sobre Wolfenstein, sobretodo centrado en los reboots, ya que es uno de los ejemplos por excelencia de «historia alternativa» tanto en los videojuegos como un ejemplo para los medios en general. En este «plan de vídeo» tengo pensado jugar a tres Wolfenstein principales de estos reboots, siendo The New Order, The Old Blood y The New Colossus (también debería meter Youngblood porque me entro el interés por este mismo, pero tan rápido como vino, se fue. Además tengo aún cierto Castlevania que pasarme).
Hace ya años (en 2020, wow), me pasé Wolfenstein: The New Order, el primero de este reinicio, el cúal tendré que rejugar porque ya no me acuerdo con que sabor de boca me dejó, solo recuerdo que hubo algún momento que si me costó bastante más que otros en términos de dificultad…
Hasta recién ayer, me terminé la historia principal de Wolfenstein II: The New Colossus, como su nombre indica, la secuela directa del juego, tan directa que empieza donde acaba el primero.
Antes de haberme adentrado en esta saga, un amigo salió muy decepcionado de la primera entrega, sobretodo por sus expectativas. Wolfenstein siempre se ha mostrado como el juego por excelencia de matar nazis a diestro y siniestro, y lo es, pero resulta que pensaba que esto mismo resultaría en una experiencia simplista, cuando, para su sorpresa, acabó molestándole la gran carga narrativa que tiene el juego de pausas para cinemáticas, historia y personajes.
A mí, en concreto, no me molestó este aspecto, diría que la historia del primero (que yo recuerde), estaba bien y ya, dando momentos llenos de epicidad, como cuando liberamos a compatriotas y a nuestro compañero Fergus (o dependiendo de quién eligiesemos) de la prisión de Eisenwald.
Pero, si solo redujésemos Wolfenstein a su trama principal, creo que se quedaría en poco. A mi parecer, de las cosas que más me gustan sobre este juego es el mundo que le rodea, lleno de una tecnología de locura, un mundo que no es como el nuestro, dónde hay canciones como las nuestras, pero sin la misma letra, ni el mismo idioma y ciudades reformadas a niveles increíbles. El mundo que propone es increíble e interesante, y mentiría si dijese que aún a día de hoy, la armadura de los soldados y esa imagen promocional de The New Order, pareciéndose a Jin-Roh, me hace babear.
Vale, ahora hablemos del juego, de la secuela directa, que hablo, hablo y me voy por las ramas…
En resumen, The New Colossus, es más grande y mejor en todos los aspectos, en todos.
MachineGames da una masterclass de un juego violento y sádico, de dar claras intenciones con su mundo y personajes, un mundo que crees que conoces, pero ya nada es igual. Desde su primera misión donde matamos nazis en una silla de ruedas, la cúal desenlaza en violencia pura y dura, en la que no podemos hacer nada más que ver la nula sensibilidad y la gran crueldad de Frau Engel; hasta una misión en la que vamos a Venus, para colarnos y actuar de nosotros mismos mientras vemos a un Adolfito en sus últimas donde lo único que da es pena y asco verlo.
La jugabilidad simplemente mejora en todos los aspectos, el sigilo, aún siendo simple, consigue funcionar, pero cuando pasamos a la acción, ya es otra cosa totalmente distinta. El gunplay del juego ha mejorado notablemente, sintiéndose más potente en todos sus aspectos, algo que se une con los kits de mejora de armas y rediseños para otras (la escopeta rotatoria dual es una gozada hecha videojuego).
También tenemos la mecánica de las alarmas de los Kommandant/Comandantes (el cual no recordaba que estuviese en el primero, pero bueno, lagunas mentales) en la cúal nos casi-obligará a ir en sigilo para matarlos y que no den la alarma, si no, tendremos que luchar contra hordas de soldados hasta acabar con el comandante; algo que al principio resulta interesante ya que intercalas acción instantánea con sigilo, pero luego acaba en una norma la cual resulta agobiante o en un fallo desastroso por un pequeño desliz. Esto no quita que el juego sea divertido, ni mucho menos, aunque yo lo haya jugado en Dificil (como hice con el primero y con los nuevos DOOM), a veces hay alguna batalla que hace tirarte de los pelos, pero nada que luego no sea recompensado con la simple visión del destrozo en ese futuro que nadie quiere, algo que se atenúa con las ejecuciones a melee o el aprovechar los puntos débiles de los enemigos.
New Colossus trae aún más enfoque en la historia principal, donde escuchamos los pensamientos de un Blazkowicz cansado y en sus últimas, donde hace de todo con sus últimas fuerzas y ve solo muerte a su alrededor, tanto por su parte como ver como matan a sus compañeros delante suya. Blazkowicz solo tiene a su gente y Anya, su amada, algo que tiene que defender a toda costa contra el mundo entero, lleno solo de enemigos. Aún viendo a un Blazko así, con hasta un enfoque en su niñez, hasta en el último momento de lo que parece su vida, puede volver gracias a la bizarradas del mundo que nos propone MachineGames. Blazko, es ejecutado y se le corta la cabeza, pero sus amigos consiguen recuperarla para ponerle en un nuevo cuerpo, dónde vuelve con más ganas que nunca para seguir su lucha, y todo, gracia a las ideas de Anya.
En el momento del nuevo cuerpo, el juego nos presentará nuevas mecánicas que cambian el gameplay y la forma de interactuar con el entorno, y aquí viene algo que me chirrió del juego: para cuando te dan las mejoras del cuerpo, al juego ya le queda poco para acabar, así, que por mi parte no le sentí mucha importancia a las mejoras corporales solo a momentos contados (hablo de las activas, las pasivas si son notables aunque no se crea).
Si tuviese más cosas negativas que decir sobre este juego, es que se acaba, sí, existen las misiones post-game de Übercommander, pero sinceramente, no son algo por lo que me vaya a matar para seguir jugando en mapas en los que ya he estado y recoger las sobras de los coleccionables que me he dejado atrás, por que sí, este juego tiene coleccionables, y bastantes.
Y el problema del final es que da a entender que habrá más caña a futuro, pero este juego salió en 2017, y lo único que hemos tenido ha sido Youngblood, el cual da un time-skip de casi 20 años. Si, has matado a Engel, pero, tampoco se ha sentido tan satisfactorio, se sintió demasiado rápido, y ahora va a empezar una revolución como dios manda, pero, eso, lo único que quedarían son los DLCs (los cuáles todos tienen reseñas variadas en Steam) y las misiones post-game.
Esto, como tal, es un escrito rápido sobre el juego, que espero poder usar como pie para el vídeo. Aún así, Wolfenstein II, es un juego corto y muy disfrutable en muchísimos aspectos, sobretodo jugable y también…sonoro…hmmmm…
Espero que hayáis disfrutado, aunque sea un poco, leyendo este escrito sobre este juego, el cual podréis disfrutar gratis en Xbox y en PC el 8 de mayo de 2025 gracias a Prime Gaming (me enteré justo ayer de esto).
Gracias por leer un día más, recordad de disfrutar de lo que más os gusta: del frikismo. Hasta la próxima mis frikazos.
Relacionado
Filed under: Reseña - @ 04/05/2025 15:07